La muerte, explicada como una transformación de oruga a mariposa, se puede entender como un proceso de cambio y evolución en lugar de un final.
Imagina que la vida es como la fase de la oruga. La oruga pasa su vida en el suelo, comiendo, creciendo, explorando el mundo desde su perspectiva limitada. Durante este tiempo, su existencia se centra en la supervivencia y el crecimiento.
Llega un momento en que la oruga deja de crecer como lo hacía antes y comienza a crear un capullo a su alrededor. Este capullo representa un período de transición, donde la oruga experimenta un cambio profundo, aunque desde fuera parece que no está haciendo nada. Este proceso dentro del capullo es comparable a la muerte en la vida humana: un tiempo de transformación, que puede parecer oscuro o misterioso, y a menudo causa temor porque no sabemos exactamente lo que está sucediendo.
Finalmente, la oruga emerge del capullo no como una oruga, sino como una mariposa. Es un ser completamente nuevo, con una forma, propósito y capacidad diferentes. Ahora, la mariposa puede volar, experimentar el mundo desde una nueva perspectiva, y cumplir con su nuevo rol en la naturaleza.
