¡Imagínate sumergirte en un mundo donde el Taichí es algo más que solo una serie de movimientos; es una puerta hacia el desarrollo completo de tu ser! Cada giro, cada movimiento suave y fluido, te lleva a un viaje hacia la plenitud física, emocional, mental y espiritual. Pues es una danza con el universo, una conexión con tu pasado y tu presente.
Cada respiración, cada momento de concentración, te lleva más allá de los límites de lo físico, hacia una comprensión más profunda de ti mismo y de tus vínculos con el mundo que te rodea. Enraizado en la tierra, en armonía con el cosmos, el Taichí te lleva a un estado de equilibrio perfecto, donde la conexión entre pasado, presente y futuro se fusiona en un todo armonioso. ¡Es una experiencia que trasciende el tiempo y el espacio, una danza eterna de la vida misma!
En medio de un parque bullicioso, me sumergí en la quietud del movimiento, encontrando una conexión profunda con una vida pasada en tierras lejanas.
Descubrí que, en otra vida, en China, fui un aprendiz devoto, absorbido en las enseñanzas de un maestro sabio. Y ahora, me di cuenta de que esa misma sabiduría reside en la relación con mi madre en esta vida.
Tal y cual la experiencia que relate en el capítulo 5 de mi libro “Dando sentido a mi vida”. Puedes encontrarlo en Amazon en este enlace: https://www.amazon.es/Dando-sentido-MARIA-JES%C3%9AS-FERN%C3%81NDEZ-ebook/dp/B0BNX672PW/ref=sr_1_1?crid=1M6F9A9T4740T&keywords=dando+sentido+a+mi+vida+libro&qid=1707763873&sprefix=dando%2Caps%2C535&sr=8-1